Esto es una Mamávan:
Comúnmente conocida como Minivan o el emblema de las familias ñoñas (saludos a todas).
Comprar o no comprar una minivan es un dilema que todas las parejas que esperan gemelos tienen en algún momento. Me acuerdo en una clase prenatal que fuimos para parejas que esperaban múltiples, dos señores (¿señores? ¡Madres! Si eran de mi edad), dos chavos, preguntaron a la maestra si necesitaban comprar una minivan. Mi primer instinto fue reírme a semejante pregunta, y el segundo fue imaginarme a mí en una, y ahí se acabó el chiste.
Pueden ser muy, pero muy cómodas: uno, se sienten como si manejarás una nave espacial; dos, hay espacio para todos, creo le caben como 24 niños, 5 perros, 2 gatos, 11 maletas y hasta tienen compartimientos secretos en la cajuela para meter los huevos y unos galones de leche; tres, hay algunas que tienen las más ridículas características como una aspiradora integrada para limpiar los Cheerios perdidos o sistema de audio y video con Barney incluido. Así es, dile adiós a los días que buscabas un coche con turbo, quemacocos, y diseño flamante, ahora te vas a enfocar en el coche más seguro (checa aquí), con opciones como cajuela automática y sistema de entretenimiento para que tus hijos no lloren o no los escuches llorar.
Mi esposa, así como esas dos parejas, estaba considerando una mamávan, pero mi dignidad de papá en sus 30’s ganó y no la compramos (aunque sé lo haremos en el futuro, en el futuro cuando tenga 50 años y mi esposa la compre sin avisarme claro). La verdad nosotros sí queríamos y necesitábamos un poco más de espacio que lo que te da un coche. Con nuestras idas a Houston y aventuras de carretera antes de tener a los bebés ya veníamos bastante cargados, ahora necesitábamos más cajuela para carreola doble, ropa doble, pañales dobles, chupones dobles, y todo doble. Lo primero que dijimos fue “bueno, vayamos a ver las SUV compactas”, como el Rogue, la CX-5 y la Santa Fe Sport… éstas eran las opciones que más nos latían (y que menos iban a romper el cochinito). Te recomiendo primero hagas una extensiva y hartante investigación por internet para comparar lo que se te antoje… MPG, espacio interior, exterior, seguridad, potencia de motor (ya quisieras, ¿no te dije que te olvides de tu coche deportivo?), yo me hice mi tabla de excel y ahí le ponía todos estos números y obvio, el precio. De esta categoría el Rogue es el más amplio y el que se maneja más sabroso (pensando que ya eres papá y la seguridad y comodidad de la cabeza de tu bebé rebotando en su car seat son prioridades). Pero la CX-5 se maneja muy bien, más deportiva, y la Santa Fe Sport puede venir con aire acondicionado en el asiento para refrescarte el allá abajo (aunque no la consideres sólo vela a manejar y prueba ese airecito, no te arrepentirás).
A nuestro tour de agencias de coches nos llevamos dos carreolas, la doble normalita (City Mini Doble) y una madre que se llama “snap-n-go” (d0ble) que es simplemente unos metales doblados para que pongas el car seat o huevito en él. Después de que manejábamos las camionetas y nos soplábamos el sales pitch de cada vendedor sin escapatoria, sacábamos las carreolas y hacíamos la prueba de fuego: si cabían en la cajuela de la camioneta, era contrincante para comprarla.
Triste realidad:
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En ninguna de éstas tres cabía bien el camión “snap-n-go” que teníamos y mucho menos iban a caber más cosas. Después de pasar por la etapa de negación y llanto, acepté que necesitábamos subir de tamaño y buscar algo más amplio. Y te preguntarás “¿no era más fácil cambiar de “snap-n-go” a uno más chico en vez de comprar una camioneta más grande idiota?”, a lo que yo te contestaría “¿tienes gemelos?” y “no sólo es el “snap-n-go”, es todo lo que podríamos llevar ahorita, y cuando los bebés estén más grandes y se necesiten llevar más que pañales y onesies.
Regresé a la computadora y le puse “manzanita n” a mi excel y empecé de nuevo con mi tabla. Al final quedaron como opciones a ver y manejar la CX-9, Santa Fe (no Sport) y la Sorento. La que más nos gustó fue la CX-9 de la Mazda… era la más amplia de cajuela y se manejaba más deportiva, peeeeeeero después de que un amigo me mandara el reporte de seguridad, tronó como yo tronaba matemáticas en la escuela. CX-9…
Quedaba la Santa Fe y la Sorento, y para no hacerte largo el cuento y ponerte de malas con mis historias de agencias de coches (que bien todos las tenemos), no salí con una mamávan. Y eso, es lo más importante.
Obviamente se puede con lo que se tiene, no hay que correr a cambiar el coche porque vas a tener gemelos, pero si vas a tener triates o más, ahí sí te recomiendo que busques algo más.
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Pero recuerda, si ni Mark Wahlberg puede hacer la minivan verse cool, seguramente tú tampoco.
