Las 14 cosas que aprendí en el segundo viaje en avión con los gemelos.

La primera vez que volamos con los gemelos tenían apenas 11 meses y fue una experiencia única. Ahora nos tocó tomar los cielos con los gordos de 1 año y 9 meses (o sea 21 meses), una experiencia única y diferente a la primera. Con todo y mi estado mental en automático logré rescatar par de lecciones de este vuelo y pues aquí te las comparto. Toma nota, unas son chistosas y otras útiles chistosas:

 

1. United es más amigable que American Airlines para viajar con niños Y carriola (ya el trato a los adultos es otra historia). Tenemos una carriola City Mini doble y cuando volamos con American Airlines la hicieron de problema desde el check-in con DOS INDIVIDUALES. Con United no dijeron ni pío con la doble, pasamos sin problema y llegó a nuestro destino sin problema.

 

2. Si vas a darles de comer en el aeropuerto, dales del lugar más cercano a tu sala. No te aventures por las 8 terminales para comer tu hamburguesa favorita.

 

3. Si tus hijos acaban de aprender a caminar, no les des la opción de caminar en el avión. Que sepan que no se puede para que luego no se pongan necios y quieran pasearse por el pasillo saludando a todos los pasajeros.

 

4. Ponles pañal de noche aunque tu vuelo sea corto. Nunca sabes si se va a retrasar o cuándo les vas a poder cambiar el pañal. Entre más aguante, mejor.

 

5. Cuando pasas por seguridad el agua de tu termo, o frappuccino de caramelo van a la basura, pero si hay agua en los termos de Mickey Mouse de tus hijos, sí puede pasar (con un previo examen del TSA).

 

6. Hablando de termos con agua, la presión dentro de ellos puede cambiar a 30,000 pies de altura. Lo que resulta en un baño inesperado 4 filas a la redonda (si no me crees pregúntale a mi esposa, hija y a 4 filas a la redonda de su asiento).

 

7. Si viajas con bebés en las piernas, ejercita tus músculos abductores. Esos son los que mantienen tus piernas cerradas, a tu bebé en posición, y su siesta sin interrupción.

 

8. Justo antes de despegar, justo cuando el piloto está metiendo el acelerador, dales jugo, agua, leche o lo que quieras en su sippy cup para que no le duelan los oídos. También puede servir cuando estás descendiendo, así que ten una ronda doble a tu alcance.

 

9. Si vas a checar carriola en la puerta del avión, pide tu etiqueta con tiempo. No quieres estar a la entrada del avión malabareando mil cosas y un bebé (dos en mi caso) para poner una maldita etiqueta y que tu esposa se enoje contigo por terco (le pasó a un amigo).

 

10. Entre más deshidratado estés, mejor. Lo último que quieres es tener que ir al baño con un bebé en tus brazos, ya sea despierto o dormido. Esto con gemelos es más crítico ya que nunca tienes los brazos, piernas o tu cuerpo libre.

 

11. Una turbulencia, por más pequeña que sea, es lo peor con un bebé en brazos. Si te dan náuseas normalmente, ve sacando la bolsita y apuntando todas las tomas de aire frío hacia ti, se va a poner bueno el vuelo.

 

12. Si se atrasa tu vuelo, no dudes en soltar a tus hijos a correr por el aeropuerto como gacelas en la pradera. Tu estrés se va a ir, y ellos se van a cansar sin saber que ese es tu plan.

 

13. Eso de programar el vuelo en base a la siesta de tu bebé puede o no puede funcionar. Es un arma de dos filos. Mi hijo por ejemplo, cuando está cansado se duerme donde sea y como sea (como su padre), mientras mi hija tiene que llegar al punto de cansancio total, pasando por periodo de llanto y resignación de no estar en su cuna para quedarse dormida. Ya lo dejo a tu discreción y hábitos de siesta de tu bebé para tomar la decisión.

 

14. No importa si tus hijos tienen 11 meses o 11 años, viajar con ellos te da la libertad de tirarte un pedo sin sentirte culpable. Solo tienes que hacer una mirada de culpa hacia ellos o decir “perdón, es que le duele la pancita” (a menos que tu hijo vaya en otra fila con tu esposa, creo ahí no habría duda que a ti es al que le duele la pancita).

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